Hoy en
día, la mayoría de la ropa que compras viene del otro lado del
mundo. Tus vaqueros, por ejemplo, recorren 12800 kilómetros, es decir
una vez y media el contorno del mundo, desde los
campos de algodón necesario para sus
confecciones hasta la tienda donde los compras. Made
in China, Made in Cambodia,
etc. ¿y
por qué no Made in Belgium?
Las multinacionales, por lo general, han deslocalizado su producción
hacía países como Bangladesh
donde la mano de obra es muy barata y donde los derechos sociales son
casi inexistentes. En los talleres de producción de esos países,
las condiciones higiénicas y de seguridad son lamentables y los
accidentes son frecuentes (ver el próximo artículo sobre
el dramático
accidente industrial en
Bangladesh). Los obreros,
mayoritariamente mujeres jóvenes, trabajan más de 12 horas al día,
6 días a la semana y eso sin tener en cuenta las horas extra no
remuneradas. Estos trabajadores no benefician de ninguna protección
social y están contratados y despedidos sin formalidades.
Los
consumidores que se preocupan de las repercusiones sociales,
económicas y medioambientales de la ropa que compran se interesan a
lo que llamamos la "moda ética". Para llamarse ética, la
ropa tiene que estar fabricada respetando
los derechos humanos de las personas que participan en su proceso de
producción y distribución. La moda ética toma
también en cuenta el aspecto medioambiental y garantiza que ningún
producto químico
sea utilizado en la cultura de las fibras.
El problema
es que es difícil dilucidar si la ropa que compras está hecha en
fábricas seguras. Una manera para saberlo es mirar la etiqueta de
la ropa. Esta etiqueta tiene informaciones sobre la procedencia de la
ropa y sobre las fibras utilizadas, naturales o sintéticas o a veces
una mezcla de los dos e indica entonces si la ropa está hecha de forma ética
o no. ¡Pero cuidado, hay que ser vigilantes ! Algunas multinacionales
disfrutan de este interés por lo verde y lo justo y se presentan como
éticas para atraer a los consumidores.
Aunque
hoy la ropa ética representa todavía sólo una pequeña parte de la
industria mundial del vestido, la moda ética se desarrolla en todas
partes. En Bélgica, existen ya algunas tiendas de ropa ética y
eventos como el desfile de la D-day
en Lovaina-La-Nueva o el Ethno Tendance Fashion Weekend en Bruselas
demuestran también el interés de los belgas por esta tendencia.
Fuentes: http://www.primerahora.com/estilos-de-vida/lola/nota/ropaeticadificilsaberlo-917244/
http://vieenvert.telequebec.tv/sujets/202
http://www.ethique-sur-etiquette.org/
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